Historia de la filosofía y de la ciencia

Friday, November 22, 2019

FRAGMENTO ARISTÓTELES

La razón por la cual el hombre es un ser social, más que cualquier abeja y cualquier animal gregario, es evidente: la naturaleza, como decimos, no hace nada en vano, y el hombre es el único animal que tiene palabra. Pues la voz es signo del dolor y del placer, y por eso la poseen también los demás animales, porque su naturaleza llega hasta tener sensación de dolor y de placer e indicársela unos a otros. Pero la palabra es para manifestar lo conveniente y lo perjudicial, así como lo justo y lo injusto. Y esto es lo propio del hombre frente a los demás animales: poseer él sólo, el sentido del bien y del mal, de lo justo y de lo injusto, y de los demás valores, y la participación comunitaria de estas cosas constituye la casa y la ciudad. ARISTÓTELES: Política. Gredos PROPUESTA DE SOLUCIÓN:El texto propuesto pertenece al libro I de la Política de Aristóteles. En esta obra de filosofía práctica el Estagirita aborda la dimensión político-social del ser humano y expone las líneas maestras de su realismo-naturalismo político. Aristóteles defiende la tesis de que el ser humano es naturalmente social (político) y, además, lo es en un grado superior a cualquier otro animal gregario. Para ello plantea el problema en el contexto teórico de su concepción teleológica de la realidad (finalismo): “la naturaleza no hace nada en vano”. Esa misma naturaleza ha dotado al ser humano de palabra, esto es, lenguaje (lógos) que se entiende asociado a la racionalidad. Establece una diferencia entre el lenguaje y la voz (phoné). Esta última la tienen los demás animales y mediante ella se es capaz de expresar “dolor y placer”. Pero el lenguaje permite valorar y deliberar: “lo conveniente y lo perjudicial, así como lo justo y lo injusto”. Esto constituye una especificidad humana: el ser racionales y éticos (“poseer el sólo, el sentido del bien y del mal, de lo justo y de lo injusto”). Establece por tanto una relación entre la posesión del lenguaje y la posibilidad de la ética, cuya culminación es la política. En efecto, “la participación comunitaria” en ese espacio de valores y discusión racional, es lo que posibilita la vida comunitaria cuya meta definitiva es la vida cívica: la ciudad. La naturaleza nos dota de palabra y nos posibilita la comunicación. El hecho de que nos asociemos con otros es totalmente natural. Las comunidades políticas brotan, pues, de nuestra misma constitución como ser humanos. Por eso, "el hombre es un animal político” (zoon politikon) y en la sociedad adquiere su plenitud como tal, pues solo en ella puede ejercitar el lenguaje y las cualidades intelectuales y morales, así como abastecerse de todo lo necesario para la vida. La sociedad (la ciudad) es el ámbito de lo humano; quien escapa de ella, o no alcanza ese grado o lo supera : o es una bestia o un dios. La ciudad, como entidad natural, es anterior al individuo, en el sentido de que el todo es anterior a la parte. No puede concebirse el hombre sin vida social, y solo en ella puede alcanzar el bien, que es su perfección como ser humano, lo que implica a un tiempo virtud y felicidad. La polis es la meta (telos) formada por la unión de aldeas que a su vez eran unión de casas (familias). La ciudad es autosuficiente y autárquica. Aunque cronológicamente la ciudad es posterior al individuo y a las otras formas de asociación, desde el punto de vista de la naturaleza, de la esencia, es anterior y superior, esto es, ontológicamente anterior. [NOTA: La parte negrita esta extraída literalmente de JULIÁ&MARTÍNEZ: Teoría e historia de los sistemas sociales, UNED, Madrid, 1991, p. 34; eso es lo que indica la "negrita", NO QUE SEA ALGO MÁS IMPORTANTE) Se recuerda al alumnado que no se trata de memorizar estos comentarios. De hecho en este se ha incluido literalmente partes de un texto académico con la finalidad de ilustrar teóricamente el comentario.

Tuesday, November 19, 2019

LAS ESCUELAS HELENÍSTICAS (ÉTICAS)

Es fundamental esta información: http://www.filosofia.net/materiales/sofiafilia/hf/soff_u4_1.html Sobre los cínicos, https://es.wikipedia.org/wiki/Escuela_c%C3%ADnica

Monday, November 18, 2019

GUIÓN DE ESTUDIO: ARISTÓTELES Y HELENÍSTICA

- Grandes rasgos del contexto social y cultural de Aristóteles. - Los grados del conocimiento. - La crítica a la teoría de las ideas de Platón. - La teoría de la sustancia. Sustancia primera y sustancia segunda. El hilemorfismo. - La física. El estudio del movimiento. Las cuatro causas. Potencia y acto. - La cosmología. El motor inmóvil. - Antropología: hilemorfismo. Teoría del alma. Las funciones del alma (Psicología). - El proceso del conocimiento. Entendimiento agente y paciente. - La ética eudemonista y la teoría de la virtud. - La teoría de la justicia. - La sociabilidad/politicidad natural del ser humano. Sociabilidad y lenguaje (palabra/lógos). - Las comunidades humanas: casa, aldea y polis. La importancia de la ciudad (polis). Cronología y ontología de las comunidades. - Las formas justas e injustas de gobierno. - Análisis y comentario del texto propuesto. - Características generales de la ciencia helenística: astronomía, mecánica, geometría. - Las escuelas morales helenísticas: escepticismo, epicureísmo, estoicismo y cinismo.

Wednesday, November 13, 2019

COMENTARIO DE TEXTO DE PLATÓN RESUELTO (III)

-Debemos considerar entonces, si esto es verdad, que la educación no es como la proclaman algunos. Afirman que, cuando la ciencia no está en el alma, ellos la ponen, como si se pusiera la vista en ojos ciegos. -Afirman eso, en efecto. -Pues bien, el presente argumento indica que en el alma de cada uno hay el poder de aprender y el órgano para ello, y que, así como el ojo no puede volverse hacia la luz y dejar las tinieblas si no gira todo el cuerpo, del mismo modo hay que volverse desde lo que tiene génesis con toda el alma, hasta que llegue a ser capaz de soportar la contemplación de lo que es, y lo más luminoso de lo que es, que es lo que llamamos el Bien. ¿No es así? PLATÓN, República, libro VII, Gredos. PROPUESTA DE RESPUESTA: El presente fragmento pertenece al libro VII de “La República” de Platón, en concreto a la conocida como alegoría de la caverna. En este diálogo, que pertenece a la etapa de madurez del autor, se hace una exposición de la teoría de las ideas y sus implicaciones pedagógicas y políticas. El problema analizado por Platón en este texto es la naturaleza de la verdadera educación. Para ello, en primer lugar, se distancia críticamente del modelo educativo de los sofistas (“algunos”). Este modelo se basaba en la transmisión de los conocimientos del sabio al alumno y se fundamentaba en puntos de vista relativistas y subjetivistas que podían conducir al escepticismo, esto es, la negación de la posibilidad del conocimiento de la verdad. La perspectiva de Platón es opuesta. A partir de la mayéutica de su maestro Sócrates, afirma que el conocimiento brota del propio individuo, de manera que educar sería guiar en ese proceso de descubrimiento de la verdad. La verdad existe de forma objetiva, como existe también un conocimiento verdadero y universal. Este conocimiento se dirige hacia las ideas. Platón, en su dualismo ontológico, considera la existencia de dos mundos. El mundo sensible (“lo que tiene génesis”) que es sede de los objetos físicos y naturales, que concibe como copias imperfectas de las ideas, y el mundo inteligible donde se encuentran jerarquizadas las ideas. Las ideas son más que meros conceptos: son la auténtica realidad y el objeto del verdadero conocimiento (la ciencia/episteme). El conocimiento del mundo sensible será un conocimiento de las apariencias (opinión/doxa). Para la pedagogía platónica es fundamental atender a su antropología. De nuevo, se establece un dualismo que considera que el ser humano es un compuesto accidental de cuerpo y alma, siendo esta última la parte vinculada al conocimiento y a las ideas. El alma tiene el “poder de aprender” y el “órgano para ello”: la parte racional del alma. Esta parte es la eterna y pura y permite el proceso de conocimiento además de ser la que debe controlar a las otras dos partes impuras (volitiva y apetitiva). De acuerdo con el texto, la educación debe permitir dirigir el alma desde lo sensible y las apariencias a lo inteligible (auténtica realidad). En ese proceso (dialéctica) se ha de avanzar hasta alcanzar la idea suprema (“el Bien”) que es la fuente de toda verdad, justicia, belleza y realidad.

COMENTARIO DE PLATÓN RESUELTO (II)

-Te olvidas nuevamente, amigo mío, que nuestra ley no tiende a que una sola clase lo pase excepcionalmente bien en el Estado, sino que se las compone para que esto suceda en todo el Estado, armonizándose los ciudadanos por la persuasión o por la fuerza, haciendo que unos a otros se presten los beneficios que cada uno sea capaz de prestar a la comunidad. Porque si se forja a tales hombres en el Estado, no es para permitir que cada uno se vuelva hacia donde le da la gana, sino para utilizarlos para la consolidación del Estado. Platón, República, libro VII, Ed. Gredos. PROPUESTA DE SOLUCIÓN El presente fragmento pertenece al libro VII de “La República” de Platón, en concreto a la conocida como alegoría de la caverna. En este diálogo, que pertenece a la etapa de madurez del autor, se hace una exposición de la teoría de las ideas y sus implicaciones pedagógicas y políticas. El texto que analizamos se sitúa a continuación de la escena del mito y aborda las implicaciones políticas de la teoría de las ideas. Platón, a través de Sócrates, acaba de proponer que el filósofo, aquel que ha salido de la ignorancia (la caverna) es el más indicado para ocuparse del gobierno de la ciudad y Glaucón se pregunta si es correcto forzar al filósofo a dedicarse a la política cuando podría pasarlo mejor “en el estudio”. En respuesta a ello viene este fragmento. Se afirma que la formación de los filósofos tiene como objetivo conseguir la justicia en la polis y la consolidación del Estado. Cada “clase” debe aportar aquello que pueda a la comunidad y el objetivo es la armonía (justicia). Para ello se debe persuadir, y si es necesario forzar, a los individuos. Este planteamiento ilustra la propuesta política de Platón acerca de la justicia en la ciudad ideal. La sociedad justa tendrá una estructura y funcionamiento afín al del alma humana. Existe un isomorfismo estructural y funcional entre lo antropológico y lo político. En el alma encontramos racionalidad (parte racional), voluntad (parte irascible) y deseos (parte apetitiva). La razón debe gobernar a la voluntad y a los deseos. El ejercicio de la razón ha de ser prudente y sabio (virtudes de la parte racional) para conseguir una voluntad fuerte (fortaleza) y unos deseos moderados (templanza). Así existirá armonía (justicia) en el individuo. De la misma forma, Platón concibe tres clases o grupos sociales formados por los individuos en función de la parte del alma dominante en ellos. De esta manera tenemos los artesanos y productores, en los que domina la parte apetitiva y que deben ser moderados, los guardianes, en los que predomina la parte volitiva y a los que se pide coraje (fortaleza) y por último los filósofos-reyes, en los que prima la racionalidad y deben ser, por tanto, los que se ocupen del gobierno de forma prudente y sabia. Con esto Platón establece una especialización funcional en la que unos producen, otros defienden y otros gobiernan (“los beneficios que cada uno sea capaz de prestar...”). Hay que destacar, por último, que el objetivo de la filosofía platónica es la justicia en la ciudad, entendida como armonía, y que el Estado, como empresa educativa, “forja a tales hombres de Estado” no para que hagan lo que quieran, sino para la consecución de un buen gobierno.

Monday, November 11, 2019

COMENTARIO DE PLATÓN RESUELTO (I)

Examina ahora el caso de una liberación de sus cadenas y de una curación de su ignorancia, ¿qué pasaría si naturalmente les ocurriese que uno de ellos fuera liberado y forzado a levantarse de repente, volver el cuello y marchar mirando a la luz y, al hacer todo esto, sufriera y a causa del encandilamiento fuera incapaz de percibir aquellas cosas cuyas sombras había visto antes? ¿Qué piensas que respondería si se le dijese que lo que había visto antes eran fruslerías y que ahora, en cambio, está más próximo a lo real, vuelto hacia cosas más reales y que mira correctamente? (PLATÓN, República. Ed. Gredos) Propuesta de solución: El presente fragmento pertenece al libro VII de “La República” de Platón, en concreto a la conocida como alegoría de la caverna. En este diálogo, que pertenece a la etapa de madurez del autor, se hace una exposición de la teoría de las ideas y sus implicaciones pedagógicas y políticas. En este mito, Platón compara la situación de unos prisioneros en una caverna con la de los seres humanos que permanecen anclados en la ignorancia, en los sentidos, esto es, en el conocimiento de la apariencia. El texto que analizamos se refiere al inicio del proceso de “liberación” que habrá de culminar, más adelante, en el verdadero conocimiento (la ciencia). La alegoría de la caverna viene a ilustrar literariamente la ontología dualista de Platón. La realidad se articula en dos, el mundo de las ideas o inteligible (representado por el mundo exterior a la caverna), y el mundo sensible (el interior de la caverna). Las ideas son más que conceptos. Son entidades eternas, esencias y arquetipos de todas las cosas. Constituyen la auténtica realidad (“lo real”). Los objetos naturales del mundo sensible están sujetos a cambios y son copias imperfectas de las ideas. De forma coherente con esto, el conocimiento podrá ser de bajo nivel (opinión) o auténtico conocimiento (ciencia) y versará sobre el mundo sensible y el inteligible respectivamente. Cuando el prisionero está atado mirando a la pared (de acuerdo con la escenografía que plantea Platón), solo ve sombras de los objetos naturales. Percibe imágenes o sombras de los objetos naturales. Es el conocimiento más bajo, la imaginación. Al liberarse, el prisionero puede ver el interior de la caverna e ir más allá de las sombras, ahora ve de qué eran imágenes las sombras de la pared “que había visto antes”. Es el conocimiento de los objetos naturales (la creencia). Imaginación y creencia son los dos niveles de opinión. En la situación descrita en el fragmento el prisionero todavía está en un conocimiento de las apariencias (opinión), pero ha comenzado el camino hacia la verdad. Un objeto natural es más real que la imagen del mismo, pero menos que la idea que le corresponde. El camino dialéctico seguirá con la salida de la caverna y la contemplación del exterior, que representa el mundo inteligible y cuyo conocimiento ya será ciencia, que incluye el pensamiento (razón discursiva) y la inteligencia (razón dialéctica). Por último, cabe destacar que el proceso de liberación del conocimiento sensible (“cadenas”) supone un esfuerzo y que es posible que deba acontecer a la fuerza (“forzado”) y que lo habitual y esperable es que, al principio, el liberado conceda más credibilidad a las sombras y apariencias en las que había vivido hasta empezar a “marchar mirando hacia la luz”.